Proceso de impresión de camisetas con serigrafía

Bienvenido al maravilloso mundo de la serigrafía.

La serigráfica es una técnica de impresión en la que se emplea tinta y una malla tensada para reproducir imágenes, textos o fotografías.

Un poco de historia

Las primeras impresiones serigráficas datan del 3.000 a.c en las Islas Fiyi, utilizaban hojas de plátanos agujereadas para la distribución de la tinta.

Esta técnica es un sistema de impresión milenario. Cuenta una leyenda, en la antigua China, que se usaban cabellos de mujer entrelazados a los que se le pegaba papeles formando dibujos que luego se laqueaban para que quedaran impermeables. 

La serigrafía empezó su desarrollo hasta llegar a emplear seda en las mallas. De ahí viene su nombre: sericum (seda en latín) y graphe (escribir en griego).

Mallas y emulsionado

Las mallas son sedas de diferentes aberturas en función del tipo de diseño que se quiera estampar. Cuanto más detalle tenga el diseño más grande será la malla (70-120 hilos), en cambio, para diseños sencillos, se emplean mallas más pequeñas (34-70 hilos).

Todo ello depende también del tipo de pinturas que se empleen, en nuestro caso siempre son tintas al agua.

Una vez tengamos nuestro marco, con la malla correctamente tensada, debemos limpiarlo bien para eliminar cualquier tipo de suciedad o grasa que pueda contener la malla. En este paso es importante no tocar con nuestros dedos la malla (debido a la grasa que tenemos en nuestras manos).

Una vez este el marco completamente seco, podemos empezar a emulsionarlo. La emulsión que nosotros empleamos es especial para tintas al agua. Para ello nos ayudaremos de una raedera de emulsión. Y daremos una pasada en cada cara del marco (interna y externa).

 

Una vez hemos emulsionado nuestro marco deberemos dejarlo secar durante al menos 24 horas. Siempre es recomendable dejarlo secar boca abajo, en un lugar con poca humedad.

Revelado

Este es un paso muy importante del proceso, ya que de él dependerá el resultado de nuestra estampación.

Para el revelado necesitamos un fotolito (acetato, papel vegetal) con nuestro diseño impreso en negro (cuanto más negro mejor).

Pondremos nuestro marco emulsionado (y seco) encima de nuestro fotolito. A su vez, nuestro marco irá apoyado en un cristal. A una distancia del cristal colocaremos una luz halógena, UV o LED. En función del tipo de luz y la distancia con respecto al cristal deberemos dejar más o menos tiempo la luz encendida.

En nuestro caso usamos tubos UV (son los que mejor se comportan) a una distancia de unos 20 cm y solemos tenerlos encendidos durante aproximadamente unos 45 segundos (los tiempos son orientativos y depende de muchos factores; luz, tiempo de la emulsión, distancia con respecto al cristal etc).

Una vez haya finalizado el tiempo, mojaremos con abundante agua toda la malla y dejaremos reposar algunos minutos. Posteriormente, le daremos con la hidro lavadora o un chorro de agua intenso. Si hemos seguido bien todos los pasos, ¡empezaremos a ver la magia! y nuestra imagen aparecerá en el marco.

Ahora dejaremos el marco al sol durante un buen rato para que la emulsión termine de secar.

Tintas y estampado

Con nuestro marco listo, ya podemos proceder al preparado de las tintas que vamos a utilizar. Si queremos estampar algún color en especial, tendremos que mezclar los pigmentos hasta alcanzar la tonalidad deseada. Nosotros siempre utilizamos tintas al agua.

Preparada la tinta, podemos preparar el soporte de impresión. En nuestro caso tenemos un pulpo de 6 colores y 4 estaciones, pero en nuestros orígenes usábamos dos simples bisagras y una tabla. Registramos todo bien y procedemos a estampar. Es importante siempre dejar unos milímetros de distancia entre nuestro marco y la superficie que vamos a estampar, conocido como fuera de contacto.

Colocamos la tinta en el marco y realizamos una carga de tinta (cubrimos todo el diseño con tinta). Una vez este todo bien tapado, podemos proceder a hacer pasar la tinta. Para ello nos ayudamos de una racleta. Realizamos 2-3 pasadas en función de cómo veamos el pase de tinta y listo.

¡Ya tenemos nuestra camiseta/suéter/bolsa estampada!. El último paso sería planchar nuestra prenda a una temperatura entorno a los 160-170 grados durante unos 10 segundos para asegurar una correcta fijación al tejido.

 

 

 

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